No nos mataron, morimos de nada

G u a d a l a j a r a - No nos mató el América, simplemente decidimos salir a jugar a nada. Es la mejor manera de describir lo que pasó la tarde del Domingo pasado en la cancha del Jalisco. En casa propia, y ante más de 65,000 espectadores, las Águilas del América decidieron poner fin al sueño del bicampeonato, en la que fue la peor serie de liguilla jugada por las Chivas en muchísimo tiempo.

Todo fue como una pesadilla, de esas en las que despiertas a media noche sudando, para volverte a dormir y seguir exactamente donde te quedaste. Asi, las Chivas Rayadas del Guadalajara continuaron la pesadilla que se trajeron del Azteca y en ningún momento de los 180 minutos jugados, pudimos ver al equipo ofensivo y vertical, que desequilibraba cualquier defensa y generaba de 10 a 15 claras de gol por partido.

Ahora no se pudo, después de la derrota en el Azteca, todos estabamos confiados en que se iba a dejar la mala tarde atrás y les ibamos a enseñar lo que es ser equipo grande. No fue así.

Apenas en el comienzo del partido estuvo claro que no iba a estar fácil. En los primeros minutos presionó más América que Chivas, y solamente parecía que el Rebaño Sagrado no tenía los argumentos necesarios para responder. No porque América fuera grande e imponente, sino porque parecía que ningún jugador estaba conectado en la cancha.

Así comenzó esta historia hasta que llegó lo que para muchos fue la debacle rojiblanca. Gonzalo Pineda fue expulsado por Eduardo Gasso tras una fuerte llegada sobre Santiago Fernández al 26'.

Si bien es cierto que la jugada tiene demasiados ángulos y es difícil saber a ciencia cierta que fue lo que sucedió, también es cierto que hay dos puntos importantes que no se pueden perder de vista: primero, que el Sr. Gasso se vió increíblemente rigorista, generando dudas sobre el arbitraje que ya se tenían desde México, y segundo, que Gonzalo Pineda dió muestras de estar en todo menos en el partido, al entrar tan fuerte y exponerse, estando casi en medio campo.

De ahí, todo fue cuesta abajo, por más que las Chivas Rayadas del Guadalajara trataron de irse al frente y mostrar que seguían a un solo gol, sin embargo jamás se vieron tan agresivas como pudieron verse, como sabemos que pueden ser.

Finalmente, ya en el segundo tiempo, Ismael Rodríguez, al minuto 76, clavo el gol que mató las aspiraciones de las Chivas. Y de ahí si, ya no nos levantamos.

Con esto, el sueño del bicampeonato de las Chivas Rayadas del Guadalajara, que duró algunos meses y que en las últimas semanas parecía una realidad, se esfumó, y sólo quedará empezar el camino del bicampeonato cuando inicie el torneo de Apertura 2007.

Solo que ahora, el Sr. Vergara y compañía la tienen más difícil, porque no queremos un campeonato. Queremos un bicampeonato.

Vamos Chivas.

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